Las zonas de alta montaña, con altitudes superiores a los 2500 m, tienen características propias de los climas fríos.
En cualquier latitud, en alturas
mayores de 2.500 m.
En estos lugares las
temperaturas son bajas durante todo el año.
Las precipitaciones abundantes pero descienden cuando la altura es mayor porque el frío
no puede contener humedad. En invierno son de nieve.
Santis - Suza |
Los
ríos llevan poca agua en invierno. En primavera, cuando
tiene lugar el deshielo, aumenta su caudal y su fuerza erosiva debido
a las fuertes pendientes.
La vegetación de alta montaña varía según tres factores: la latitud, la altitud y la orientación.
Pero en todos los casos la vegetación se dispone en pisos de diferente altitud y está distribuida en pisos.
En las zonas inferiores hay
bosques y a medida que aumenta la ascendemos matorral, prados,
musgos y líquenes. En las zonas elevadas no hay vegetación.
Los habitantes de algunas zonas
de alta montaña, dedicados a la agricultura, deben adaptarse a la
falta de oxígeno.
Las carreteras, pistas de esquí o
construcciones de ocio causan el deterioro de este medio.
Las duras condiciones de vida, el
aislamiento y la falta de servicios ha provocado la emigración de
los habitantes de la montaña.
Los habitantes de la alta montaña se
dedican preferentemente a la ganadería y a la explotación del
bosque o a la producción de energía hidroeléctrica porque
la abundancia de ríos y lagos y la estrechez de los valles favorece
la construcción de pantanos.
La agricultura se concentra en las
faldas de las montañas formando pisos o terrazas y en el fondo de
los valles.
Actualmente, en estas zonas se
desarrollan actividades turísticas como los deportes de nieve, el
alpinismo, el trekking, etc., que llevan a mejorar las
comunicaciones, a aumentar la construcción y a multiplicar su escasa
población.
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